Este fin de semana, San Inazio viaja a Tenerife, la Isla de la Felicidad, con el objetivo de regresar con el examen de selectividad aprobado, y a poder ser con nota.
Se medirá al Marlins Tenerife Puerto Cruz, en la antepenúltima jornada de liga regular.
No es un desplazamiento cómodo precisamente. Ni por el viaje en sí, ni por todo lo que representa desde el punto de vista deportivo.
Los saniarras se enfrentan a un líder que, tan solo, tiene una victoria más que el SANI, aunque también menos derrotas en su casillero.
Es sabido que los compromisos entre ambas novenas siempre se han caracterizado por un muy alto nivel de competencia y con resultados ambivalentes.
Como ambivalentes son las consideraciones a tener en cuenta ante este nuevo y crucial enfrentamiento entre bizkaínos y canarios.
Por un lado, está el hecho de que Marlins es el actual campeón de liga y que sigue siendo (por el momento) el líder del grupo en el que compite San Inazio, que esta jornada la juega en su terreno, que lo hace en un diamante “especial y controvertido”, que los del botxo deben completar, antes del primer juego, el partido pendiente y aplazado por lluvia de la primera vuelta y que…es un hueso duro de roer.
Pero por otro, es necesario recordar que los saniarras ya saben lo que es doblegar, en diferentes ocasiones, a los canarios en su propio feudo, que la novena bizkaína cuenta esta temporada con un plantel de excelentes peloteros con un tremendo poder de bateo, como lo demuestran las estadísticas individuales y que, por todo ello, están clasificados en segundo lugar, precisamente detrás de los canarios.
Si el SANI ya se comió al otro “coco” de la liga, Astros de Valencia y vencido a todos sus rivales, en una o dos ocasiones esta temporada, si está demostrando que el oficio de sus peloteros goza de una excelente salud, si la ambición demostrada sobre el terreno hasta ahora ha sido superlativa y si la moral con la que el equipo viaja a Tenerife no se resquebraja (y no tiene por qué) a buen seguro que no regresará con la manos vacías.
Pero es necesario convertir ese “si” condicional, en un firme y definitivo “SÍ”
Los bates están en lo alto y no precisamente para hacerles el paseíllo a los canarios, sino para abanicarlos cuando corresponda, con dureza y efectividad, ante todos y cada uno de los envenenados lanzamientos con que los pitchers isleños intentarán hacer daño.
Repasando las tablas de líderes de esta temporada, editadas por la RFEBS, San Inazio aparece clasificado en los puestos de honor en diferentes apartados, como por ejemplo, el de más hits bateados, el de mayor número de carreras anotadas, también en impulsadas, el de más batazos dobles y triples y a la cabeza en cuadrangulares, así como en averages individuales de bateo.
Sin olvidar las eras de su bullpen.
¿Acaso es soberbia o vanidad reseñar las estadísticas? No, no lo es. Es un simple ejercicio de realidad y transparencia informativa.
Pero aún a riesgo de que las citadas estadísticas pudieran sufrir un ligero, pero improbable, frenazo en esta jornada, los datos actuales quedan ahí reflejados, puesto que no han sido conseguidos, ni por casualidad, ni gracias a un afortunado sorteo.
Sin embargo, en pasadas crónicas se hacía referencia a un factor absolutamente importante que, en el deporte, es preciso tener siempre muy en cuenta y es, ese compañero que siempre debe ser un excelente aliado: “la suerte”.
Por ello, “si” la fortuna no se entromete, “si” SANI desarrolla y despliega todo el gran potencial que atesora, “si” la justicia deportiva se manifiesta y sin olvidar que Marlins es una novena que no regala nada, de nuevo el SÍ, se convertirá en triunfos y los de Kepa Pocero regresarán de la Isla de la Felicidad, no con las manos vacías, sino con victorias y satisfechos.
Y tal vez líderes.
Zorte on San Inazio.
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