San Inazio ganó los dos partidos en el estadio Antonio Hervás. Y lo hizo las dos veces con el mismo marcador: 8 x 1 y 8 x 1.
Con un tremendo y sofocante calor, que castigó por igual a las dos novenas, los bilbaínos se trajeron para el botxo los dos juegos, finalizando con esta última tanda, la fase de clasificación, que la completan con 19 victorias y 7 derrotas.
Y lo hacen con tan solo dos partidos ganados menos y dos perdidos más que el líder del otro grupo, Valencia Astros, que será, precisamente, el rival ante quien, el próximo sábado día 31, se enfrentará para dilucidar las semifinales de esta Liga Nacional 2022.
Si bien es cierto que los resultados de esta jornada no tenían incidencia ante una posible alteración de la clasificación general, San Inazio saltó al diamante plenamente convencido de que los santboianos iban a presentar, como viene siendo habitual, una dura batalla. Y a fe que la dieron. Pero los celestes botxeros, se la ganaron.
El equipo catalán, con una plantilla joven, pero tremendamente peleona, subió al montículo a su estrella Eric Izquierdo. Sin embargo no pudo evitar que en el primer inning, Leo Correa, con un imparable por el jardín central, llevara a Caballero a pisar la goma e impulsara la primera de las 8 carreras. Ni tampoco Joan Bordanoba consiguió enmendar la plana y a pesar de los dos (y únicos) struckouts del partido que infringió, concedió la 8ª y última anotación bilbaína.
Los de Pocero anotaron dos carreras en la 4ª, una en la 5ª, dos más en la 6ª, y finalmente repitieron carrera en cada una de las dos entradas finales.
Víctor López, 1ª base, fue el responsable de anotar la única carrera catalana, luego de verse favorecido por una extraña obstrucción en primera base y fue empujado a tercera, por el hit de su compañero Guillem Maled y por el flay de sacrificio de Miguel Blanco.
Ahí terminó toda la ofensiva santboiana que tan solo consiguió batear 4 imparables en las nueve entradas, cometiendo, además, cinco errores en defensa.
Claro que, enfrente y sobre el montículo tenían a Elio Silva, que se hizo con la victoria en cinco trabajados innings, llevándose con su zurda de oro, 7 ponchos definitorios y a Rubén González que propinó otros 5 más, en su relevo de tres entradas lanzadas, así como a Armando Dueña que taponó el encuentro con un turno, y que también castigó con dos nuevos ponches.
Pero quien de veras castigó, fue Leo Correa que disparó cuatro pepinazos, dos de ellos de dos bases, impulsando cuatro carreras. Aníbal Medina también sacudió dos imparables, uno de ellos doble, impulsando otra anotación. En esa labor no le anduvieron a la zaga Kreisber Auciello (ligeramente lesionado) con otros dos incogibles y una impulsada, así como el jardinero izquierdo Daniel González que dejó su impronta sacudiendo dos nuevos e incuestionables hits
En la tribuna se comentaba que “no estaba resultando un partido brillante, porque San Inazio estaba siendo capaz de hacer lo peor, pero con lo visto, también era capaz de hacer lo mejor”. Y lo hizo.
Y lo mejor fue, sin duda, ganar con solvencia el juego por 8 carreras a 1.
Media hora después, comenzaba el segundo encuentro y Aníbal Medina volvía a repetir su melodía bateadora, conectando dos hits de dos bases, mientras que Eduardo Blanco, que repitió el robo de la 2ª almohadilla, sacudió 3 pepinazos, (dos de ellos llevaban incluido el boleto para dos bases).Leo Correa se empeñó en seguir sumando hits y, en este segundo partido, bateó otros dos imparables, (6 en total) uno de ellos doble que empujaron a González y Medina hasta el home. También Caballero conectó dos, siendo uno de tres bases que mejoraba su nula producción en el primer juego y Kreisber Auciello sumó en su cuenta, otros dos imparables más. Jose Abilio Ferrer conectó su limpio de dos bases que llevó a Correa hasta la goma y Daniel González repitió hit.
En el sexto inning, la mala suerte con las lesiones, vuelve a castigar al SANI.
Kepa Pocero, de nuevo se ve en la necesidad de rehacer el dibujo sobre el terreno y reestructurar el equipo, ante la lesión producida por un torpe e incomprensible pisotón en la pierna de su primera base, Daniel Moreno, viéndose obligado a encargarle la defensa de la primera almohadilla, a su cerrador Armando Dueñas, quien asumió ese rol sin problemas, con estilo propio y desenvuelto, atacando un puntual y dificultoso foul profundo y consiguiendo además, en la última entrada, un poderoso batazo por el jardín izquierdo que llevó a Eduardo Blanco a anotar una de las tres carreras finales.
En este juego, la loma la defendió a la perfección Royd Hernández que en sus 5.0 IP, retiró por la vía del ponche a 6 bateadores santboianos, permitiendo un solitario hit y llevándose una nueva victoria.
Giovanni Ramírez, que salió a refrescar el montículo, se encargó de amonestar severamente con otros 4 ponches en tres entradas, con tan solo dos hits permitidos.
Así y ahí, terminó la historia simple de dos partidos sin demasiada trascendencia.
Resultó, ésta, una jornada positiva desde el punto de vista deportivo.
Sin embargo, el mentor celeste precisaba que era conveniente recordar el consejo de aquel viejo profesor, cuando decía que él prefería resaltar los aspectos positivos de sus alumnos, dejando “lo otro”, para las evaluaciones finales del curso.
Por otro lado y finamente, miembros de la delegación saniarra manifestaron su agradecimiento por el trato recibido por parte de la organización del Club SANT BOI, que como siempre, ofrecieron una excelente disposición, amable y diligente.
Pero ahora, al SANI le toca poner toda su atención y recursos, pensando en el último fin de semana de este mes de julio.
Las semifinales de esta Liga Nacional de la División de Honor, esperan en Valencia.
Zorte on!
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