Apasionante jornada pelotera la de este sábado, en la que hubo dos juegos con muchos quilates de calidad.
Decíamos la pasada semana que cuando SAN NAZIO lo “intenta de verdad, el resultado siempre es la victoria”. Y no es porque en otras jornadas no lo intentara, sino que en ésta, el intento fue superior y el resultado, supremo. Consiguió, no una, sino las dos victorias. Y lo hizo ante un gran rival.
Solucionó el primer juego con cierta comodidad adjudicándoselo con un 4 a 1, y arrollando en el segundo partido a un Valencia Astros que en escasos momentos consiguió levantar cabeza y, sufriendo, se llevó una aplastante derrota de 6 carreras a 0.
Los celestes de Kepa Pocero permitieron pocas oportunidades a los valencianos. Subieron al montículo a su estrella Elio Silva que solventó un comprometido encuentro y no exento de ligeras dificultades, propiciadas por oportunos batazos rivales y algunos pequeños tropiezos en defensa, pero que sin embargo solo sirvieron para conseguir una sola anotación arrocera. Y sucia, por cierto.
Silva retiró por la vía del strike out a 9 bateadores durante las siete entradas trabajadas, permitiendo tan solo 6 hits y 4 boletos, mientras que su relevo Armando Dueñas, responsable de cerrar el partido, lo hizo con brillantez y solvencia, castigando con 3 ponches y permitiendo un solo hit en sus dos innings lanzados, anulando cualquier posibilidad de recuperación y/o triunfo levantino.
Es necesario recordar que los galácticos valencianistas lideran el grupo B y no están en cabeza por pura casualidad, sino por ser una novena garante de buen juego y calidad, como así lo demostró en los dos partidos. Lo que sucedió es que los peloteros del SANI, consiguieron anular cualquier atisbo de poder naranjero, reduciendo al máximo sus ambiciones de victoria.
Astros compitió mucho y bien, hizo gala de su saber hacer y, en algunos momentos, (pocos y puntuales) puso en aprietos a los saniarras, pero ni supo, ni pudo, ganar a un San Inazio crecido y envalentonado que saltó al diamante dispuesto a desplegar y demostrar todo su poderío, para dejar en anécdota, cualesquiera otros malos resultados anteriores.
Si bien en el primero de los encuentros, los lanzadores bilbaínos lo taponaron con efectividad y eficacia y lo resolvieron con éxito, no fue menor la actuación de los que se subieron al montículo en el segundo de la jornada.
Royd Hernández, recuperado y ganador, junto a su siempre efectivo relevo Giovanni Ramírez se encargaron de pifiar las aspiraciones valencianistas, saldando eficazmente el encuentro sin permitir ninguna carrera, dejando por tanto sus casilleros en blanco.
Hernández castigó a 8 bateadores en home, en sus 7 entradas lanzadas, permitiendo solamente 5 batazos buenos y otorgando un solo boleto, mientras Giovanni se cargó a 2 con el madero en la mano, con un solo hit, en algo más de una entrada.
La anécdota se dio en la última oportunidad que Astros tenía para provocar un descalabro en el casillero bilbaíno, cuando el rector del SANI concedió a Rubén González la oportunidad de cerrar el 9º, quien aceptó con orgullo el reto, se subió a la loma y con total determinación, aplicando toda su capacidad de pitcheo, lo cerró con solvencia, llevándose por delante al sorthstop valencianista con tres strikes de lujo. Ahí terminó el juego y ahí acabó la victoriosa jornada.
Claro que, un partido de béisbol no se gana solamente con el trabajo desde el montículo, porque para anotar carreras es necesario contar con la participación del resto de compañeros, con los bateadores.
Y a esa labor contribuyeron de manera excepcional el resto de la plantilla. En el primero de los encuentros participó con nota sobresaliente, el lineup al completo, brillando su tercera base Kreisber Auciello con 3 imparables y un boleto, así como el receptor Jose Abilio Ferrer con 2 limpios, uno de ellos volando la cerca por la parte central (lo había prometido) empujando a dos compañeros para anotar tres carreras, Aníbal Medina y Leo Correa con dos imparables cada uno, que sumando los dos del designado Fidel Torres “Mañé”, más el doble del jardinero izquierdo Daniel Moreno y junto con los sencillos de Yoel Caballero y Frederman López, hicieron un total de 14 hits.
Toda una labor ofensiva que ensombreció el trabajo de los dos lanzadores que defendieron el montículo valencianista durante las ocho entradas y media que duró el encuentro que, por cierto, tan solo consumió dos horas y cuarenta minutos de tiempo, bastante por debajo de la duración de lo que hasta ahora nos tiene acostumbrados esta Liga Nacional, en su División de Honor.
Pero, aún quedaba por resolverse la otra mitad de la jornada y mientras tanto, Lowuin Sacramento, el estelar de los galácticos, se preparaba concienzudamente para frenar desde el círculo de 18 pies a los osados bateadores bizkaínos.
Comenzó su trabajo protestando airadamente por lo que, solamente él, consideraba un deficiente estado del montículo, a pesar de haber sido acondicionado a la perfección al finalizar, y como siempre, el primer juego.
¿Fue acaso, esa, la disculpa y justificación para que durante los 6 innings completos que lanzó, solo pudiera ponchar a dos bateadores del SANI? Porque ni su relevo Justin Luna, que eliminó en home a otros dos, pero en la mitad de entradas pitcheadas, elevó protesta alguna. Como tampoco lo hicieron sus anteriores compañeros, ni juzgaron inconveniente alguno, al respecto, los Sres. Colegiados.
Quienes sí juzgaron su actuación, fueron los 10 hits que le conectaron en esas seis entradas que lanzó y por lo que tuvo que ser reemplazado.
Esta vez, en un partido aún más corto en el tiempo (2:35), pero más largo en el sufrimiento valenciano, los inazios dispararon a dar y dieron, 13 veces en la diana de los incogibles, labor que Pocero había encargado realizar de nuevo a los Auciello, que sacudió 4 limpios, Ferrer y Blanco, que imprimieron dos cada uno, y Moreno que con dos dobles, más los sencillos de Caballero, Correa y Frederman López, obedientes, consiguieron doblegar a Valencia Astros, con un rotundo y contundente 6 a 0.
En total, se batearon 27 hits, por lo que el sábado, el graderío del diamante de El Fango pudo contemplar un béisbol de calidad, tuvo la oportunidad de ver en acción a excelentes peloteros de ambas novenas, disfrutó de una jornada en la que el equipo de casa ofreció un precioso espectáculo y retornó a sus quehaceres, satisfecho con lo vivido.
Sabido es que aún queda medio calendario por consumir y que ningún rival es fácil de batir, pero los bizkainos llevan ya un tiempo con los spikes bien ajustados, los bates bien aferrados y con sus guates de fildeo bien seguros en sus manos. En definitiva, llevan varias jornadas demostrando que siguen siendo un temible y temido rival en esta liga, dentro y fuera de su txoko.
SAN INAZIO, se consolida día a día y es, cada vez, más seguro y ambicioso. El play off liguero le está esperando.
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