Por fin la competición copera abre sus puertas y San Inazio está… preparado para entrar con buen pie en ella.
¿Preparado? Resulta difícil, muy difícil responder a esa pregunta.
Finales del mes de agosto, periodo vacacional por excelencia, altísimos costes económicos en todos los ámbitos, sede de celebración de la competición (cuestionada por cierto, por todos los clubes participantes en la Liga Nacional División de Honor, desde que su designación fue oficialmente comunicada), problemas relacionados con la disponibilidad de la plantilla originados por cuestiones laborales y vacacionales, desplazamiento, alojamiento, etc. etc.
No por haber reiterado, en diversas ocasiones, que la celebración de la segunda competición del béisbol estatal se celebre en un caprichoso periodo estival y diferente al tradicionalmente establecido, la “protesta” pierda vigencia ni importancia. Al contrario. Éste es un tema recurrente y recurrido, pero ignorado e impuesto, que a todas luces desvirtúa una competición oficial que debiera gozar de la mejor y mayor atención para que su desarrollo sea dotado de las supremas garantías que cualquier deporte federado merece, sobre todo en su máxima categoría estatal.
Pero las cosas son así y están así.
La celebración del playoff y la final de la Copa se va a llevar a cabo en la ciudad de Córdoba este fin de semana, sábado y domingo, 27 y 28, y ya no hay que darle más vueltas ni seguir retorciendo argumentos. No existe la posibilidad de dar marcha atrás.
Recientemente, el Juez Único de la Liga, desestimó el recurso presentado por el Club Viladecans, ante la imposibilidad de presentarse en Tenerife para disputar la serie final de la Liga y terminó siendo sancionado. De nada sirvieron los argumentos esgrimidos por el club catalán, relacionados con el estratosférico precio de los pasajes de avión en esas fechas, ni de la problemática estructural que la compañía aérea presentaba, con diversas cancelaciones de vuelos para aquellas jornadas, y algunos otros motivos más.
Con todo ello, SANI, sin pretender ponerse la venda antes de ser herido, no puede evitar sin embargo, manifestar su desasosiego y desconsuelo por tener que afrontar una competición en clara desventaja competitiva y en condiciones de importante improvisación en diferentes ámbitos, ocasionados por un injustificable alargamiento de la temporada de competición, para un deporte federado no profesional.
A pesar de todo, los responsables del Club significaban la importancia de haber conseguido clasificarse, un año más, entre los cuatro mejores equipos (el propio SANI, Tenerife Marlins, Astros Valencia y Viladecans) para la disputa de este importante torneo, tal y como lo viene haciendo en las últimas temporadas, recordando con satisfacción el subcampeonato obtenido en la edición de 2019.
Claro que, las condiciones de participación son ahora más adversas y mucho más leoninas que entonces pero, recordando lo de la venda y la herida, San Inazio Bilbao Bizkaia, se lanzará este viernes a la carretera en dirección a la Ciudad del Deporte de Benamejí, para continuar dejando su impronta como Club competidor, competitivo y comprometido con las instituciones, con sus seguidores y con su propia historia.
La suerte está echada y todos desean que, esta vez, no se presente como un rival más a batir.
Que el viaje de ida y regreso por carretera sea amable, que Damocles no haga su aparición con la espada de las lesiones y que, a ser posible, las victorias acompañen.
Suerte, mucha suerte SANI y ¡a por ellos!
Las puertas del infierno ( en agosto y en Cordoba) que lumbreras los del comité de competiciones